

Empezaremos diciendo que las fotos que hemos puesto son 1: la que más Burumballas estabamos juntos (es lo que tiene estar repartidos en varias mesas) 2: El resumen de lo que es una cena en una mesa Burumballa. Muchos botelline svacios y mucha mierda encima de la mesa.
Pues vamos a contar lo que dió de si uno de esos actos que son especiales. Empezó la noche como siempre, de previa. Cuando llegó el resto a la puerta de la secta alguno de nosotros ya había tragado unas cuantas cervezas. Nos juntamos y nos vamos para el Salón. Llegamos y a diferencia que el año pasado nos teniamos que separar, pero bueno, se arregló como se pudo, es decir arrepretándose y quitando de alguna de las mesas el jarrón de en medio que no hacia más que dar por culo.
Empieza la cena y empiezan a volar el vino y la cerveza. Antes del primer plato alguno ya había probado de todos y cada uno de los líquidos que habían encima de la mesa. Entre el 1ero y 2ndo plato en una de las mesas se escucha: "pues yo me haria un gintonic" imaginaros como estaban los animos. Van cayendo los platos y sobretodo las botellas, en eso que llega el café.
-Me traes una cerveza
-La cena ya ha acabado
-Vale, pero traeme otra cerveza
Esta conersación es verídica como la fue en la que alguno de nosotros le dijo al camarero que su café lo cambiaba por otra cerveza.
Acaba la cena y en cuanto acaba el himno una manada de lobos se tira encima de la mesa donde habían que pedir los cubatas. Música, cubatas, bailes, risas, botellón... y de repente se apaga la música. Después de un intento de compra al Dj damos por finalizada la noche en el salón.
Lo de la entrada de la discoteca es algo que recordaremos durante mucho tiempo, como recordamos el día del humo al policia o el mítico día de la persiana. Está claro que los porteros de discoteca tienen el coeficiente bastante por debajo de lo normal pero de ahí a no saber calcular la edad de alguien que nació en el 95.... Haber nació en el 95, 2005, 10 años y estamos en el 2012...
Pues 17 imbecil, pero para el portero que tenia que dejar entrar o no eran 18, así que todos para dentro. Eso sí con la condición de que ibamos a esconderlo.
Dentro de la discoteca la verdad es que parecia que estabamos en plena semana fallera, rodeados de falleros. Entre el 2ndo botellón y la hora que no paraba, empezaron a volar las primeras unidades. Eso si las últimas unidades (de la discoteca digo) tenian que ser Burumballas. Cuando nos fuimos el último grupo (la hora todavia no la sabemos) no quedaba ni la tia del guardarropa.
Y como siempre antes de acabar la noche había que desayunar, así que los 5 perdidos de casi siempre nos fuimos hasta la Mel.
Unos Falleros de Honor más que volvemos a dar la talla y ahora ya va todos sin frenos. Lo próximo cena de hombre este sabado y viendo como acabó la cosa de las mujeres hace 2 semanas, la noche promete.
s/B: Un any més fent parlar
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