Después de algunos días de descanso era hora de volver a ser falleros y por supuesto teniamos que celebrarlo y vaya si lo celebramos.
Desde primeras horas del sabado ya había alguno de nosotros por el casal, bueno por algún bar cercano empezando el día con un bocadillo y su respectiva jarra de cerveza. Una vez almorzamos nos fuimos hasta la secta para lavarle un poco la cara y dejar todo preparado para la fiesta que nos esperaba por la noche. Viendo que la hora de la comida se nos hechaba encima lo tuvimos claro, macarrones como si estuvieramos en fallas. Macarrones, cerveza, gambas, pimientos en salmorra... una comida como toca para celebrar la primera fiesta del año.
Casí sin hacer la digestión poco a poco fueron llegando más Burumballas a la secta y es lo que empezó siendo una broma acabó convirtiendose en una realidad. A las 4:30 de la tarde empezó el partido que enfrentaba a las viejas glorias contra los cachorros. El calor apretaba todo lo que quería y más y por eso teniamos que reponer fuerzas a base de más cerveza. El resultado? A quien le importa eso.
Duchita rápida y para la secta para merendar y empezar a preparar otra vez más lo necesario para la cena. No tenemos mucha ganas de dar palitos pero como hemos descansado lo suficiente vamos a empezar el año con energias. Está claro que nadie tiene la obligación de bajar al casal a cenar paella ni muchos menos bajar al casal si no le sale de los huevos pero que de 50 personas que participaran en el concurso de paellas, 45 fueran jóvenes dice mucho del grado de implicación del resto de la comisión, pero cada uno como decimos puede hacer lo que le de la gana, pero eso y aunque no se de cuenta la gente también es hacer falla.
Del concurso no podemos decir nada por que no hubo un ganador claro aunque por votación popular se pudo suponer que ganó una que llevaba caracoles.
Nos acabamos la paella y los chupitos de vodka de diferente colores empiezan a volar y si encima a eso le sumas cubatitas a 2€ pues la noche perfecta. Otro hecho que tampoco queremos pasar por alto y que seguro que será la primera ostia que nos llevemos es lo que paso desgraciadamente con una mesa. Para empezar decir que alguien se podía haber hecho mucho daño pero por suerte todo quedó en unas risas y lo segundo es que si ese caballete se rompió fue por que tiene más años que el casal. Igual que ese hay varios rotos por todo el casal y uno de ellos lo tenemos nosotros aguantandonos el tablero del rincón. Algún día y sin que nadie lo espere ese también acabe rompiendose y otra vez más volveremos a ser unos gamberros que no sabemos comportarnos.
A las 2 y como marca la ley establecida por nuestro queridisimo ayuntamiento tuvimos que apagar la música pero eso como siempre no implica acabar la fiesta. Todos juntos y como si nos fueramos de excursión caminata hasta el karaoke. Del viaje de ida es imposible destacar algún momento por que fue todo un espectaculo y el cachondeo no paró hasta que entramos al local, alguno por cierto con el vaso de plástico que llevaba desde la secta. Cantamos 3 canciones (no exageramos) y otra vez de vuelta al barrio. Durante el camino de vuelta poco a poco nos fuimos desperdigando y cada uno se fue para casa por el camino más corto y alguno de nosotros aún se pasó por el casal para hacerse la última cerveza y un trocito de tortilla.
S/B: Un any més fent parlar